miércoles, 29 de febrero de 2012 | By: Samuel R

Guerra y depresión

El viento se alió con tu pelo para crear aquella atmósfera tan propia de las películas en blanco y negro, siempre mudas. El ruido de botellas, las pisadas a tu alrededor, las miradas despreocupadas que no saben donde ir, pero tampoco saben perderse, la música que acaricia tus oídos sin atreverse a entrar... Todo un mundo ruidoso y exigente te grita en cada movimiento.
Pero no tiene importancia, nada la tiene cuando estas perdida en un relato demasiado viejo, y aun así, todavía desconocido.


Guerra y depresión. Cuchillos contra un alma desnuda... ¿Y que nos queda entonces? Soledad. Piénsalo… Soledad. No creo que el ser humano pueda soportar tal castigo. Porque no hay peor que sentirse solo, aun estando rodeado de gente.